Estos días atrás el Restaurante Gambrinus de Siete Aguas cumplía 20 años desde su apertura. Una apuesta por la cocina de cuchara que les ha llevado con los años a granjearse el reconocimiento y el respeto de todos los aficionados a la buena mesa. Desde su inauguración han sido reconocidos por Turismo, Por la cofradía de la Buena Mesa, se han alzado con los primeros premios de Arroz Caldoso, Espardenya o Puchero, a nivel de la Comunidad Valenciana y han sido distinguidos además por la Federación Empresarial de Hostelería en su gala de premios de este año 2019. Son además uno de los restaurantes recomendados para los viajeros en varias guías especializadas.
 
La ocasión se merecía una celebración por todo lo alto y así lo hicieron sus gerentes Tere Carrascosa y Voro Esteve. Una cena especial para clientes y amigos con final musical a cargo de un grupo de rock que hizo bailar a la mayoría de los presentes. Se da la circunstancia también de que Voro cumplía años un par de días después así que la fiesta venía con tarta incluida. La cantidad de invitados obligó a cerrar la calle para poder montar unas cuantas mesas extra para la cena.
 
El restaurante es un santuario de recetas tradicionales y asados en su horno moruno. Entre sus platos encontramos: gazpacho de pastor, olla sieteaguense, morteruelo, alubias pintas de la Bañeza con carne de matanza, ajoarriero, cochinillo de Segovia, lechazo de Castilla, jabalí estofado, y amplio catálogo de arroces y platos elaborados con carne de orza.
 
Teresa prepara estos platos a la antigua usanza y es habitual verla a primera hora de la mañana inmersa entre cacerolas que cuecen durante varias horas. No hay secretos para su cocina sino devoción y pasión por las recetas de nuestros mayores.