Sin duda el mundo fallero es muy especial, nuestra FIESTA GRANDE, es para ellos, una forma de vida, la cual viven intensamente. La CREMÁ de los monumentos el día 19 de marzo, no es ni más ni menos que un punto y seguido a una actividad que dura todo el año. Justo después de ella, cuando las cenizas ya han sido retiradas de las calles, comienza el trabajo en busca del mejor proyecto y actividades que tendrán lugar a lo largo del nuevo ciclo. El haber pasado sueño durante varios días, el agotamiento después de los pasacalles, la actividad frenética de los días falleros, no es excusa para ponerse de nuevo a trabajar en las próximas fallas. Y es que el fallero es de una pasta especial, para envidia del resto de los mortales.
Torrent cuenta con 29 comisiones falleras. 24 de ellas participaron el pasado sábado en el concurso popular de all i oli y de all i pebre de anguila que convoca como cada año la Falla de Nicolau Andreu, que ya celebra este año su 37 edición. Casi cuatro lustros dedicados por mediación de este concurso, a la concordia, la cordialidad, la hermandad y la alegría entre el mundo fallero torrentino. Las fallas participantes fueron: San Salvador Espartero, Reina Sofía, Segon Tram, El Molí, Angel Alcazar, Camí Real, Antonio Pardo, Concordia, Santa Lucia, park de Trenor, Escultor Pallardo, San Gregori, Coxera, Sant Rock, Zaragoza, ParK, Cronista, Barri del Carmen, Xenillet, San Valeriano, Sedaví, Lope de Rueda, Toleto, Avinguda y la anfitriona, Nicolau Andreu.
Tanto la famosa salsa como el guiso de anguila estuvieron a un buen nivel, salvo alguna excepción, teniendo en cuenta el carácter popular del evento. Con las bases del concurso bien explicadas y con la advertencia de la descalificación de aquellos que se saltasen las mismas, los cocineros presentaron en el plazo previsto sus elaboraciones. Un jurado compuesto por profesionales de la gastronomía y del mundo fallero, entre los que se encontraba el Presidente de la Falla anfitriona, Antonio José Pardo y la Fallera Mayor, Vanessa Espin, fueron los encargados de adjudicar los distintos premios. La deliberación fue un poco difícil porque hubo mucha y muy buena competencia.
Aunque seis fallas se llevaron los estandartes que proclamaban a los primeros clasificados, no hubo ni vencedores ni perdedores, sino que todos ganaron con la celebración de esta nueva edición. Una muestra más de cómo se puede hermanar todo un pueblo alrededor de un colectivo tan especial, como es el mundo fallero y una tradición gastronómica centenaria.
Damos las gracias a Domingo Peinado, Noelia y José, Presidente de la Falla Nicolau Andreu por invitarnos a mi amigo José Cuñat y a un servidor, que les escribe estas líneas, a recorrer con ellos este viaje por el ADN de este fantástico mundo fallero.