Valencia.-28.04.16- Las clóchinas de Valencia ya están en los mercados, pescaderías y grandes superficies a disposición de los consumidores. La singularidad de este bivalvo valenciano con respecto al de otras partes del Mediterráneo o a su primo hermano el mejillón, reside en la salinidad de las aguas donde crece y a su estacionalidad, ya que en Valencia llega ahora a finales de abril el tiempo de su sazón. La clóchina es un cultivo, algo así comoplantar semillas, cuidar del crecimiento de los moluscos y luego proceder a su recolección en los últimos días de abril, siempre atentos al calendario lunar, en concreto entre la luna llena de abril y la menguante de agosto. El origen de esta actividad en tierras valencianas se remonta al siglo XIX, cuando en el puerto de Valencia se instalan las bateas clochineras, auténticos barcos amarrados al fondo y con una cubierta modificada para las labores de la clóchina.
Los puertos de Valencia y Sagunto son los lugares donde se desarrollan sus actividades y entre los dos suman poco más de una veintena de bateas. Hay que tener en cuenta también, para su diferenciación, el estudio que realizó el Departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universidad Politécnica de Valencia, situando el molusco valenciano por encima del mejillón del Delta del Ebro y de Galicia en aroma, sabor y jugosidad. Así, la clóchina también se diferencia del mejillón por su menor tamaño, una tonalidad más suave y por un sabor más intenso. Hay que tener en cuenta a la hora de la compra, el distintivo exclusivo de su marca de calidad de la Comunitat Valenciana, ya que en ocasiones llegan a los mercados clóchinas de otras procedencias que se disfrazan con etiquetas muy llamativas con ‘senyeras’ valencianas y logotipos que llevan al engaño del consumidor.
La clóchina es un cultivo, algo así como plantar semillas, cuidar del crecimiento de los moluscos y luego proceder a su recolección en los últimos días de abril, siempre atentos al calendario lunar , en concreto entre la luna llena de abril y la menguante de agosto. El origen de esta actividad en tierras valencianas se remonta al siglo XIX, cuando en el puerto de Valencia se instalan las bateas clochineras, auténticos barcos amarrados al fondo y con una cubierta modificada para las labores de la clóchina. Respecto de las propiedades nutricionales de la clóchina de Valencia, cabe decir que es rica en vitaminas, calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3.
Para este año, se estima una producción de 500 toneladas de aquí hasta la finalización de la campaña, en las primeras semanas de septiembre.Clóchina de Valencia participará en dos eventos populares, la Feria Tasta el Mareny que se inaugura hoy, y la próxima edición de Tómate El Perelló, aprincipios de junio.