Uno de los restaurantes con mejor prensa  de la Capital del Turia es sin duda el Riff. Y motivos hay más que suficientes para ello:  la personalidad de su gastronomía, la versatilidad con la temporalidad,  y una cocina creativa fantástica avalada por  una Estrella Michelín, dos Soles de Repsol y un premio especial de la Academia de Gastronomía Valenciana.
El local  fue inaugurado por Bernd Knoller un valenciano de corazón y alemán de nacimiento . Como Él mismo confiesa nació en Alemania como podía haber nacido en cualquier sitio del mundo pero en el alma se siente completamente valenciano.

No me interesaba mucho la cocina, sólo era un medio para viajar, conocer mundo y divertirme.

Bernd  con tan sólo quince años decides estudiar cocina  ¿es que  tenías claro tan joven lo que querías en la vida?
-No, no lo tenía nada claro, sólo sabía que tenía que hacer algo y el aprendizaje de cocina me pareció una buena opción. En Alemania todo el mundo hace algo, un aprendizaje o una carrera. En aquel momento me sirvió para salir de casa, me fui a  vivir con mis abuelos y disfruté de esa formación. Me gustaba trabajar, el hacerlo me hacía  sentirme  responsable. Fíjate hasta donde llegaba mi responsabilidad  que al mes de comenzar a trabajar caí enfermo y estando en la cama con fiebre me preguntaba constantemente si los doce cocineros del Restaurante serían suficientes para sacar todo el trabajo. Me sentía fatal por no poder ayudarles. Date cuenta,  un niño delgaducho  y poquita cosa como era yo  en aquél entonces y preopreocupado por esta causa.
¿Como era el trabajo por entonces?
-Trabajaba doce horas todos los días de la semana, era duro, muy duro, lo bueno es que cuando haces un aprendizaje ya ganas un poco de dinero y eso  me vino muy bien.
¿En esos momentos piensas en tirar la toalla y dedicarte a otra cosa?
-No porque como te decía me hacía sentirme útil. Pero el arte gastronómico me interesaba poco,  la verdad, si me hubiera interesado profundamente quizás me hubiera ido a Francia a estudiar, pero no era el caso. En aquel momento pensaba ¿que se puede hacer como cocinero?…¡¡viajar!!…  y por eso decidí seguir con el aprendizaje. Poco después  me trasladé a Londres para trabajar y aprender inglés, pero quería aprenderlo para seguir viajando que era por entonces lo que realmente me apasionaba. Pero por entonces no me entraba esta idea de cocinar creativamente. Pero el primer estímulo  que sentí en mi cerebro en favor de la cocina lo provocó Don Gilbert Schneider, un cocinero francés en Chester (Gales) le caí muy bien y  como le parecí un tipo simpático comenzó a enseñarme cositas interesantes de la cocina. Yo tenía 18 años y entonces reflexioné y pensé  “aquí también puedo disfrutar además de trabajar”.

Restaurante Riff con Bernd knoller

Con Henry Levy sólo pensaba en la cocina y nada más así que comencé a preocuparme por si ello  me pudiera idiotizar.

Cinco años más tarde trabajé en Berlín a las órdenes de Henry Levy. En aquella época sólo pensaba en la cocina y nada más así que comencé a preocuparme por si ello  me pudiera idiotizar,  de tal modo que decidí cambiar un poco mi rumbo para no hacer sólo cocina y trabajé con cáritas durante dos años y como por primera vez en mi vida disfrutaba de las tardes libres estudié en la escuela de teatro de Italia
¿Por qué decides venirte a España?
-Vine  a Segovia por mi mujer y para aprender español, después quería irme a algún sitio, así que pensé, ¿San Sebastián?…demasiado caro, ¿Bilbao?… demasiado contaminada, Sevilla y Barcelona antes de las Olimpiadas tampoco me agradaba, ¿Madrid?… demasiado grande y pensé en Valencia y que en su día más grande se celebraba el 19 de marzo  que era mi cumpleaños y dije,  “”clavao”  a Valencia voy.
¿No conocías Valencia aún verdad ?

Descubrió al lado de Schneider que la cocina no era sólo un trabajo sino que se podía crear también ilusión con ella y hacer que la gente lo pasara realmente bien y vaya si después lo hizo.

Restaurante Riff con Bernd knoller

-No pero el Mediterráneo siempre me ha fascinado por sus productos, yo quería tener un restaurante cerca del Mediterráneo, me parecía lo más de lo más.
Por tus reiteradas participaciones en la Campaña  “Restaurantes contra el hambre” quería preguntarte si ¿crees que una alimentación sostenible y una mejor gestión de los recursos ayudaría a acabar con el hambre en el mundo?
-Por desgracia Eso es un asunto más político que humano. Ya en mi libro hay un artículo que hace referencia a ello. En un congreso al que asistí álguien explicaba a los estudiantes porque hay que tirar y estropear ciertos camiones de naranjas y ponerles ácidos por encima para no poderlas utilizar. El ponente explicaba las razones para hacerlo. En aquel momento me quedé con las ganas de contestarle y decirle que no hay excusas que justifique estas acciones cuando hay tanta hambre en el mundo. Aún hoy me arrepiento de no haberlo hecho.
¿Crees que tenemos cocineros que merecerían en la próxima edición un estrella michelín?
-Por supuesto hay cocineros que están a punto de caramelo para recibirla, en Valencia cada vez hay más nivel y seguro que pronto tendremos más estrellas.
Nombrame alguno
-No no voy a hacer eso porque sería una falta de respeto al trabajo de otros muchos, pero sí que hay unos cuanto que se lo merecen.
¿Enrique Medina por ejemplo?
-Si sería uno de ellos.
y por último ¿para cuándo tu próximo libro?
– estamos en ello, va lento pero seguro y en el plazo de un año o dos seguramente verá la luz. Tengo que decir que Xavi Molla es un gran profesional que creo que no está bien valorado en Valencia. El hizo unas fotos fantásticas para el primer  libro y estoy seguro que sus fotos fascinarán en el segundo.

Bernd es el mayor de tres hermanos cuyo padre le apoyó en todo momento.  Su preocupación por servir sólo para cocinero le llevó a los escenarios de varios teatros hasta que encontró su camino.

FOTOS DE XAVIER MOYA REVERT